Ganadores Certamen de Poesía 2024

Demos un aplauso virtual a los jóvenes ganadores de la vigésima edición del Certamen de Poesía Juvenil. ¡Gracias a todos los participantes que nos cautivaron con sus rimas!

1er Lugar

Stephanie M. Valentín Ruiz

Escuela Gabriela Mistral, Lares.

Fuego: Madre de la Ceniza

Mi hijo ha sido crucificado,

cual pecador, cual criminal.

Ni siquiera era el objetivo principal,

Pero no puedo evitar pensar,

si a su madre habrá llamado.

Soy ese fuego que quema con ira,

avivado por la mentira,

que a mi niño mató a traición.

Yo soy Vesta, no María.

Soy fuego y madre de la ceniza,

la sangre ardiente sobre la piedra caliza.

Aquella que una guerra desataría.

Una que por siglos van a recordar.

2do Lugar

Kiara Valeska Jiménez Otero

Escuela Luis Felipe Crespo, Camuy.

Y yo me hice mujer

Y yo me hice mujer,

en un mundo lleno de piedras y espinas,

con ojos que guardan tormentos

y labios que callan cada grito.

Llenas de expectativas no pedidas,

atrapada en un marco que exige uniformidad,

donde soy tallada por el hombre

y la única belleza permitida es lo que ellos aceptan

mientras todo lo demás son sombras que no se atreven a brillar.

Aun así, con cada golpe ante la adversidad

he tallado un refugio dentro de mí.

Un santuario de fuerza y resiliencia

donde guardo cada deseo y cada victoria silenciosa.

Me alzo sobre los escombros de temores,

construyo puentes sobre los ríos más turbulentos

y alzo mi voz firme proclamando mi lugar.

Así, paso a paso, defino lo que es ser mujer para mí, rehusándome a ser

moldeada por manos ajenas.

Porque, aunque fui puesta en un mundo lleno de piedras y espinas

me hice yo misma un camino lleno de flores y estrellas.

3er Lugar

Gabriela S. González Morales

Escuela Rafael Irizarry Rivera, Peñuelas.

Ecos de conformidad

En un mundo de cristal y papel carbón,

donde los pensamientos se venden en conserva,

la decadencia intelectual danza,

al son de la publicidad que inunda.

Conformidad, dulce néctar,

que embriaga las almas en su letargo,

bajo el cielo de neón, donde las estrellas

son solo marcas que al consumo abrazan.

Los libros lloran en las estanterías,

sus páginas, desiertos sin oasis,

en la era del clic, la mente vaga,

por paisajes de plástico y fantasías.

En el jardín del olvido se cosechan

ideas, marchitas antes de florecer,

en la tierra de lo efímero, donde el ser

es solo sombra de lo que pudo ser.

El consumismo, rey de esta feria,

donde el ser y tener se confunden,

en un laberinto de espejos, donde

la identidad se compra y se vende.

Pero aún, en la noche más oscura,

surgen destellos, pensamientos rebeldes,

que como cometas desafían el vacío,

buscando despertar en el mar de la conformidad.

Y así, entre las ruinas del pensamiento,

la esperanza se abre camino,

un susurro que crece, llamando

a la puerta de la conciencia adormecida.

Mención Honorífica

Cianelle T. Pérez Larregui

Escuela Profa. Juana Rosario, Aguada.

Una poeta en desvelo

De poetas puertorriqueños

aprendí a amar la poesía.

Como Julia de Burgos,

a mi isla le escribía.

Y sin dejar el encanto

y el sabor de la poesía,

Luis Llorens nos atraía

en el Valle de Collores,

por el amor y los dolores,

la familia y los valores,

aquellos a quien amamos,

y los recuerdos guardados

de todo lo que añoramos.

Y no olvidar el legado

que nos dejó Pales Matos.

Por la encendida calle Antillana,

ay la raza que nos llama

y la cultura se aviva.

Esa mezcla siempre viva,

de la raza que es perfecta.

Que la patria permanezca,

en el corazón bien guardada.

José de Diego en La Brecha,

nos enseña a crecer,

y lo que debemos ser.

Como ese árbol que florece,

y aún con dolor reverdece,

que no se queda callado,

que no sucumbe ante el cansancio,

ni le da paso al quebranto.

Que poetas los que vivieron

y que honor el que tenemos,

de recordar el legado,

de vivir apasionados,

por lo que ellos nos dejaron.

Por aquellos que estuvieron,

por los que son y serán.

Hoy yo los quiero honrar,

por ser parte de las letras,

que nos conmueven y alegran,

que hacen reflexionar,

y sin poder olvidar,

que nos pueden enamorar.

Por amor a la poesía,

y por tener la gallardía

de no dejar la escritura,

y sucumbir ante la estructura

de la nueva tecnología.

La poesía es más que arte,

es la expresión más perfecta,

de poder usar las letras

para expresar la emoción,

para decir con fervor

todos esos sentimientos,

que nos dejan sin aliento

y nos consumen por dentro.

Gracias a los poetas

hoy yo amo la poesía

y le escribo a la patria mía

y también a los amores,

esos que son dolores

pero también alegría.

Que el legado permanezca

y la poesía siempre crezca.

Que las letras sean historia

y se guarden en la memoria.

Ese el mayor deseo,

de esta poeta en desvelo.

Mención Honorífica

Loannys Claudio Gómez

Guamaní Private School, Guayama.

Vamos a la noche del capitán

Vamos a la noche del capitán.

Donde todos visten bonito aunque sea incómodo.

Donde se llenan los elevadores y las hermosas escaleras de brillo y sudor.

Vamos a la noche del capitán.

Donde hay un olor intenso de colonia de viejo adinerado, con un jazz

peculiar que todos ignoran porque se mezcla entre el banquete de diversos

idiomas repicando por todo el plástico y metal de la nave.

Vamos a la noche del capitán.

Donde puedes ver una mujer china hablando con una africana o un

hombre nórdico hablando con un americano, como también un niño

musulmán jugando tranquilamente con un judío.

Todos vamos a hacer lo mismo: nos retratamos en el piso de abajo para

luego subir a cenar y si no estamos cansados, vamos al teatro.

Vamos a la noche del capitán.

Donde con todo y arena de las Bahamas en nuestro cabello y las piernas

que no aguantan más, nos retratamos con un hombre que es muy poco

probable que lo recordaremos, que responde por capitán.

Hasta los que no saben nadar, saludan a este hombre con una sonrisa

resplandeciente.

Vamos a la noche del capitán.

Quiero observar esos vestidos y trajes hermosos que se unen bajo una

misma noche, entre las estrellas y el mar.